En conmemoración del 08 de marzo, día de la mujer, el año pasado escribí “Caminando con una husky y una labradora”; donde no describí un entrenamiento para perros, si no los prejucios de la gente al ver a una mujer de 1.5 metros caminando con dos perros tan grandes. Espero que hayas superado muchos obstacúlos este año que pasó. Yo ahora camino tres!
Doce meses después, sigo encontrándome con personas que lanzan sus comentarios cuando me ven. Como psicóloga, me es muy fácil entender que cada uno posee un historial y probablemente una visión de la mujer como el sexo débil.
Lo que me da mucho pesar, es cuando el comentario viene de una mujer, de 70, 40 o 20 años de edad; una que no ha roto con ese mito. Cuánta importancia tiene el concepto que manejemos de nosotras y nuestra autoestima.
Una mujer que nació en los años cuarentas, le tocó caminar algunos kilómetros con una tina llena de ropa para lavarla en un rio. Una mamá que crió diez, cinco, un hijo, la que a diario le ha tocado preparar comida, mantener limpia una casa, administrar un hogar; y muchas que hacen todo eso y trabajan fuera de casa también. Una que se enfrenta a diario con los prejuicios laborales masculinos y sigue luchando por igualar su salario al de sus compañeros, quienes probablemente están menos capacitados que ella. Y las que en los últimos años se enfermaron de covid y no pudieron descansar dentro de su casa, por tener que cuidar de su familia. Todas ellas no son el sexo débil, ninguna mujer lo es.
A lo largo de mi vida he crecido con mujeres espectaculares: inteligentes, fuertes, creativas, organizadas, trabajadoras, divertidas… todo menos débiles.
Es necesario eliminar de nuestro autoconcepto cualquier palabra que nos disminuya y empezar a creer en todo el potencial que tenemos. Como mujer, puedes ser lo que quieras ser. Aumenta tu inteligencia, lee, escucha, comunícate asertivamente, cuida tu cuerpo, mejora tu inteligencia emocional, propónte metas y trabaja para lograrlas…
Revisa tus tareas diarias y encontrarás que eres más fuerte de lo que has pensado siempre.
Sigamos luchando por la equidad y porque se nos dé el lugar que queramos tener.
Dra. Rosa Fonseca Brenes 